sábado, junio 26

Diez razones para la luz

Son diez años, diez, los que llevamos haciendo locuras cuerdas a la sombra de San Agustín. Diez años en los que se ha forjado la fe de todos los que hemos pasado por esta familia siempre abierta deseosa de vivir nuevas experiencias cristianas cada día con la misma ilusión que el primero.

No es fácil dar gracias a todo y a todos los que han hecho posible este milagro cristiano. Desde el más visible hasta el más escondido. Se ha creado con el trabajo de cada uno un grupo maravilloso que ha marcado nuestra personalidad, haciéndonos más fuertes en la vida y en la fe, que es parte uno de lo otro y lo otro de lo uno.

Si entraste hace poco a formar parte de nuestra familia, gracias por darnos toda tu ilusión; si ya te uniste y sigues todavía, gracias por darnos tu confianza; y si ya nos miras desde un lugar más apartado, gracias por habernos entregado parte de ti.

Y como cada uno está pensando ahora en algo que agradecer, es mejor que yo deje de hablar. Os invito a compartir vuestros agradecimientos por estos diez años con todos nosotros. Y recordad, los tímidos tienen preferencia.