domingo, abril 18

La vida, un motivo para la alegría

La vida pasa y…. la vida pasa. No hay más. Pero ¿por qué a veces no nos basta? Cuando un niño pregunta qué es eso, señalando un bolígrafo, sólo puedes responderle que es un bolígrafo, aún volviendo a preguntar el niño: ¿por qué es un bolígrafo?…. La respuesta vuelve a ser la misma, no hay otra: es un bolígrafo, ¿qué más quieres saber?

¿Y si cambiamos la pregunta?: ¿Qué puedes escribir con eso?.... Ahí es donde radica la belleza de ese bolígrafo.

Si dejamos de aceptar la vida, la vida deja de aceptarnos. Esa es la única respuesta. Así que debemos empezar a pensar qué hacer con nuestra vida, qué escribir con ella.

Con el paso de los años, estos pesan cada vez más, pero porque se van llenando, y eres tú el que decides de qué llenarlos. Sí, habrá errores dentro de ese gran saco, pero no debe importarte si dejas sitio también para cosas buenas.

Y hay mucho que meter en ese saco: la alegría de vivir en una familia que te quiere, o el esfuerzo de construir una; amigos que te animan, con los que divertirte, con los que crecer; un grupo por el que luchar, que construir, con el que avanzar hacia adelante; unos estudios, un trabajo, una meta que alcanzar para probarte a ti mismo, para ver hasta dónde eres capaz de llegar; un servicio a partir de lo que has aprendido, una entrega, dejarlo todo para seguirle; un descubrimiento, un conocimiento que te hace feliz, una espera; un cielo, un sol, una playa, una mascota que te acompaña, un árbol, una colina, unos ojos que te miran, una sonrisa que no cambia; una vida que pasa, lentamente, contemplando el alba,….

Cierra los ojos, respira…. Esa es la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario